“We knew it was the right thing to do and never gave it a second thought.”
En diciembre de 1995, Steve fue a ver a su médico porque se sentía sumamente enfermo. A principios del año siguiente le diagnosticaron no una sino varias afecciones crónicas: lupus, hipertensión arterial, artritis reumatoidea y asma recurrente. Antes de estos análisis médicos, Steve no sabía que había nacido con solo un riñón. El lupus estaba atacando a su único riñón, lo que hizo que su afección fuera no solo seria, sino potencialmente mortal.
Steve comenzó tratamientos de diálisis, yendo a la clínica día por medio para limpiar su sangre en la máquina de diálisis. La función renal mejoró levemente, pero en 1998 el órgano ya no pudo más. Además, sus venas se estaban deteriorando por los agotadores tratamientos de diálisis. Steve se preparó para ingresar a la larga lista de pacientes esperando por un trasplante de riñón. Antes de ingresar a la lista, los tres hermanos de Steve: Harold, Albert y Douglass, decidieron analizarse como posibles donantes en vida. Harold, un teniente del Departamento de Bomberos de Denver, fue el primero en hacerlo. ¡Afortunadamente era compatible! Harold donó un riñón a Steve el 13 de enero de 1999. Steve relata,
«Por suerte no he sufrido ninguna complicación relacionada con los riñones recurrente y, sorprendentemente, ningún episodio de rechazo».
Steve y Harold celebrarán el 13.º aniversario de su trasplante en 2012. Piensan celebrar muchos más.